El ministro de Defensa, Reymi Ferreira, informó que en enero de 2018 entrará en funcionamiento el primer radar civil de vigilancia aérea en la ciudad de El Alto.
«Este lunes (por ayer) nos están entregando la infraestructura civil del primer radar en El Alto y va a estar funcionando en enero (este) primer control aéreo del sistema integrado», manifestó Ferreira.
Mencionó que desarrollarán las inspecciones de las obras civiles concluidas y solo restará algunos detalles técnicos para que el radar empiece a funcionar el próximo mes.
El ministro detalló que el radar es de última generación y tiene una capacidad de cobertura de 200 kilómetros.
Agregó que un segundo radar empezará a operar en febrero en la ciudad de Santa Cruz y para eso también ya se ha concluido con las obras civiles.
Asimismo, Ferreira dijo que la construcción de los radares militares está al 60 % y se espera que el próximo año entren en funcionando.
CENTRO DE CONTROL
Respecto al Centro de Control de Radares que se construye en Cochabamba, Ferreira dijo que la obra estaría concluida y equipada a fines de 2018.
El funcionario calculó que el proyecto estaría completado en 2019 con la instalación de los radares en el área rural.
De los siete radares militares, algunos serán instalados en las zonas fronterizas como Beni, Pando y Tarija. Otros dos radares móviles serán ubicados en lugares estratégicos.
En agosto de 2016, Bolivia adquirió 13 radares de última generación de la empresa francesa Thales, con un costo de 1.482 millones de bolivianos. Estos radares formarán parte de un sistema integrado civil militar con el objetivo de proteger el espacio aéreo boliviano.
La empresa capacitará a personal técnico boliviano para el manejo y mantenimiento de estos sistemas.
Según explicó, los radares tienen la capacidad de controlar el tránsito de aviones comerciales e identificar aeronaves sin sistema de detección. Puso como ejemplo avionetas utilizadas para transportar droga.
Tránsito de cocaína
La Felcn calcula que con la instalación de los 13 radares adquiridos a Francia se reducirá hasta un 80 % el tránsito aéreo de cocaína peruana que llega al oriente boliviano y que luego es llevada a Brasil.
Con la aplicación de esta tecnología, la Policía antidroga considera que logrará afectar las estrategias que usan las mafias del narcotráfico para sobrevolar cielo boliviano. Los radares serán instalados a partir de 2018.
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