El Alto, 17 ene. 2006 (ANV).- Alrededor de 800 niños ciegos en la ciudad de El Alto no reciben educación en unidades educativas porque son rechazados por las escuelas y a la vez por la sociedad, manifestó Miguel Marañón, responsable de «Casa Mi Luz» de la Fundación «Cuerpo de Cristo».
El Alto, 17 ene, (ANV).- Alrededor de 800 niños ciegos de la ciudad de El Alto interrumpen su educación a causa del rechazo que las escuelas, y por consiguiente la sociedad, ejercen sobre ellos, según manifestó Miguel Marañón responsable de Casa Mi Luz, un centro para niños novidentes.
La discriminación y desprecio por estos niños es alarmante es por ello que sus padres prefieren no hacerlos educar, reveló Marañón, como un tema que debe ser tratado por autoridades de educación con mucha atención.
De acuerdo a informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del 90 por ciento de la población mundial, un 10% nace con alguna discapacidad, de los cuales el 0,1% son niños que nacen ciegos, sin tomar en cuenta quienes se vuelven ciegos por algún accidente o problemas de salud.
Marañón explica que los niños ciegos deben recibir educación en las unidades educativas normales, porque de acuerdo a la Reforma Educativa todos los establecimientos están autorizados a recibir a los niños sin distinción racial, social, económica, menos con problemas físicos. «Deben ser integrados al igual que el resto de los niños y no aislados porque tienen las mismas capacidades intelectuales que los niños normales» explicó.
DISCRIMINACIÓN
Marañón comentó que los hechos de discriminación y rechazo de estos niños son casi frecuentes. Uno de ellos es que muchas veces no los quieren inscribir en las unidades educativas debido a su condición de invidente.
Este año logró inscribir a dos niños ciegos: en la escuela La Paz a una niña de 6 años para primero de primaria y en la Unidad Educativa Ave María de Villa Mercurio a un niño de 11 años a cuarto de primaria, donde tuvo un excelente recibimiento.
Sin embargo, no ocurrió lo mismo en la Unidad Educativa de Villa Alemania, donde el director puso varias trabas para inscribir a un niño para primero de primaria. «Primero nos aceptaron por teléfono, pero cuando lo vieron al niño ya no quieren inscribirlo» denunció Marañón como una prueba de marginación.
Finalmente Marañón hace una invitación a todos los padres de familia que tengan niños o jóvenes ciegos que los lleven al Centro de Recursos Pedagógicos «Juan Carlos Flores Bedregal» donde recibirán atención si costo alguno para su formación.
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