Unidades educativas alteñas muestran deficiencias y riesgos

Los centros educativos de El Alto se encuentran en pésimas condiciones para acoger a los estudiantes y, a su vez, se vuelven en un gran peligro para ellos ya que presentan vidrios rotos, falta de techos, muros derrumbados y áreas inundadas. Algunos padres van a arreglarlos.

En un recorrido, La Prensa comprobó la falta de atención de las autoridades ediles. Por ejemplo, en la unidad educativa Rafael Mendoza Castellón, ubicada en el Distrito 5, que en realidad alberga a tres colegios (Almirante Miguel Grau y Nueva Esperanza), hacen falta bancos, los vidrios están rotos, las puertas en mal estado, el sistema de cableado es inadecuado y no hay interruptores para la luz.

El portero Teófilo Coarite estaba arreglando algunos bancos. “Trabajo aquí pese a que me jubilé, reparo los asientos porque da pena que los jóvenes se sienten en el piso”. Cuenta que, sin ayuda de la junta escolar ni de las autoridades, él compró los clavos, lijas y carpicola para arreglar los pupitres.

En el caso de la unidad educativa Antonio José de Sucre, en el Distrito 5, el muro perimetral de adobe está a punto de derrumbarse. Este colegio, de aproximadamente 25.000 metros cuadrados, no cuenta con pupitres y los pocos que existen son de gestiones anteriores; faltan vidrios, hay techos colgando y algunos cursos están inundados, lo que empeora el humedecimiento de los muros que pueden caer cualquier momento.

Además, los dos baños están fuera de servicio por la falta de agua y baterías.

Marcelina Quispe, la portera, mencionó que tanto las autoridades como la junta escolar no hacen nada para solucionar estos problemas.

Entre los centros educativos de El Alto que sufren diferentes problemas y necesidades están la unidad educativa Wálter Alpire, en el Distrito 4 —que también funciona en tres turnos— y la unidad educativa República Popular de China. En ambos casos se observó falta de vidrios, de agua potable, de electricidad, de bancos, sus baños son inadecuados, el patio es de tierra, sus aulas requieren refacciones, entre otros problemas .

El vicepresidente de la Federación de Padres de Familia (Fedepaf) de El Alto, Tito Acarapi, aclaró que en esa ciudad existen alrededor de 350 establecimientos y casi todos necesitan alguna refacción y equipamiento, para que los jóvenes y niños empiecen esta nueva gestión educativa sin ningún problema.

Esta organización bloqueó el lunes la Ceja de El Alto en demanda de obras a la Alcaldía, ya que, al parecer, el 30 por ciento de los establecimientos requiere de atención inmediata. La comuna admitió la falta de trabajos y dijo que se debe a que no cuentan con los recursos para ello.

Padres reparan un colegio

La escuela Corazón de Sudamérica, de la zona Bautista Saavedra C, del Distrito 14, fue totalmente abandonada por las autoridades. Sólo cuentan con tres ambientes y dos de ellos no tienen techo, puesto que, en noviembre pasado, una fuerte tormenta los derrumbó.

Los ambientes no fueron terminados, las paredes están revocadas con barro, y el piso, a pesar de que se encuentra con cemento, no cuenta con una capa fina. Tampoco hay pizarras, faltan asientos y hasta un muro.

Ayer se encontró a padres tratando de techar los cursos. La presidenta de la junta escolar, Pilar Jáuregui, dijo que las autoridades no colaboran. “Los padres acotamos para comprar materiales para el techo, mientras que las autoridades sólo vienen, nos prometen colaboración y luego desaparecen”.

Otro de los establecimientos que está abandonado a su suerte es la unidad educativa Dionisio Morales, del Distrito 14, de reciente creación. Pese a llevar el nombre del padre del presidente Evo Morales, sólo cuenta con dos aulas, no tiene muro perimetral, ni agua, ni luz, ni baños adecuados, además de bancos.

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