Que el Estadio del Norte no sea un dolor de cabeza

Estadio El Norte de El Alto. Foto: Twitter de Evo Morales

Desde ayer, Bolivia tiene un estadio nuevo, está situado en El Alto y alberga en sus tribunas una capacidad para 25.000 personas. Sin ser una maravilla de escenario, ya quisieran tener uno como ése clubes grandes de nuestro fútbol profesional.

El estadio Municipal de El Alto consta de cuatro tribunas y cuenta con una cancha con césped sintético. Vestuarios y todo lo demás están bien acondicionados. Se lo ve impecable. El costo total de la inversión asciende a casi 60.000.000 de bolivianos, es decir, más de 800.000 dólares.

Cada que es inaugurado un escenario deportivo en el país es un motivo de celebración. En estos años, en particular el fútbol ha salido ganando—otras disciplinas no pueden decir lo mismo—. En todas partes hay canchas zonales con césped sintético.

Por ejemplo, Cobija también inauguró un moderno estadio. Y no hace mucho fue el turno de Yacuiba. El esfuerzo que hace el Estado en ese sentido es encomiable.

Hoy es el turno de El Alto. Una ciudad en donde viven cerca de un millón de habitantes ya tiene dos estadios. Los Andes, con una capacidad para solo 4.000 personas, fue el primero, pero no han pasado demasiados años y ya está casi en el olvido, deteriorado y escasamente utilizado.

Ahí radica el problema. A tremendo esfuerzo —que proviene gracias a recursos públicos— hay que responder con una buena utilidad, o sea mostrar la capacidad de aprovechamiento mediante el fin para el que fue construida la obra, en este caso el deporte y sobre todo el fútbol. Es un reto muy grande conseguirlo.

Que no ocurra como lo que le pasó al otro escenario que, siendo mucho más chico, no fue viable mantenerlo ni cuidarlo y hoy es un verdadero dolor de cabeza para sus administradores, quienes no pudieron hacer nada que pudiera generar los recursos medianamente necesarios y virtualmente tiraron la toalla.

Autor: Editorial de La Razón

Deja un comentario