Los bloqueadores tomaron bajo su poder las cuatro esquinas del cruce, impidiendo el paso de movilidades de servicio público y privado, los automotrices, tuvieron que tomar caminos alternos antes de llegar al cruce de Villa Adela.
«Estamos haciendo fila desde las cinco de la mañana, pero no pasa ni un carro gasero», se quejaba un ama de casa, cuando todavía el carro gasero no había llegado al lugar.
Otro bloqueo de menor envergadura, se llevaba a cabo al mismo tiempo, en la avenida Bolivia y Av. Junín de la zona de Villa Adela, «que nos repartan gas tenemos que mandar a nuestros hijos a la escuela, siquiera por los niños que nos repartan», protestó una madre de familia, muy preocupada.
Los vecinos denunciaron que en horas de la noche carros cargados de gas, mediante la carretera a Ilo, contrabandean gas licuado al Perú. «Las autoridades no se preocupan, si nos ignoran vamos a ir a la Planta de Senkata a saquearla», aseguró un exaltado padre de familia.
Después de muchas horas de espera, alrededor de las once de la mañana, la protesta de los vecinos tuvo frutos. Cinco carros gaseros llegaron bajo la vigilancia policial a los dos puntos de bloqueo. Los vecinos apresuradamente pudieron abastecerse del energético, pero no fue suficiente ya que muchas personas que realizaron largas filas no pudieron adquirir una garrafa.
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